
A mi regreso de la Bienal de Acuarela de Brioude (Francia) me planteo definitivamente empezar este blog que tantas veces ha quedado pendiente.
Que difícil es hoy en día desnudar el alma en comparación a la facilidad con la que desnudamos nuestros cuerpos.
Lo mio es la acuarela y no la palabra. Elegí el papel, los pinceles y los pigmentos como medio de comunicarme con los demás, a sabiendas que de ese modo me sentiré mas capaz de decir lo que embarajando las palabras me seria imposible transmitir.
Por eso pretendo aparcar la palabra y dejarme ver a través de mis obras.
Considero que mi pintura es intimista, intento recrearme sobre las pequeñas cosas que nos rodean en la vida y que simplemente pasan inadvertidas debido a su cotidianidad, sabiendo que la belleza de estas está en el alma a través de la mirada de quien las contempla. Mi labor radica en provocar esa mirada.
Me recreo en lo decadente, lo olvidado, lo obvio y lo pinto a través de una mirada melancólica y sensible. La acuarela es mi medio de comunicarme con los demás, intentando despertar en ellos un cierto gusto ya olvidado por las cosas inapreciables buscando así la verdad en ellas.
Si con mi pintura soy capaz de limpiar las puertas de la percepción, todo aparecería ante los hombres como es: infinito.
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. (William Blake)